Antes del viaje


Cuando reservamos los vuelos en el mes de enero, elegimos el vuelo de las 6:40 desde Valencia y de las 9:15 desde Madrid, con lo cual a hora de comer ya estábamos instalados, pero el día antes cuando después de comer nos sentamos en el ordenador a ver los mensajes que teníamos, nos dimos una gran sorpresa y es que Iberia nos cambiaba el vuelo Madrid-Venecia, en vez de las 9:15 salía a las 15:45; y los muy inútiles me habían dejado el de Valencia a las 6:40.

Así que a nuestro cabreo por el retraso del vuelo, se sumaba el cabreo de pasar en Barajas 8 horas, llamamos al teléfono de cambios de vuelos (que era un 902 pero encontramos el numero para llamar gratis); y tras 10 minutos logramos que nos cambiaran el vuelo de Valencia y nos reservaran los asientos de los vuelos de ida, que previamente habíamos reservado. Decir que para poder reservar los asientos con antelación nos tuvimos que hacer la tarjeta Iberia Plus (gratuita) y llamar a un 807.

Tras arreglar los vuelos, tocaba volver a contactar con los dueños de la casa a la que íbamos, porque a esas alturas ya habíamos quedado.

En Iberia no nos dieron ninguna razón, pero nosotros tenemos nuestra teoría, y es que el vuelo Madrid-Venecia iría bastante vacio, lo anularon y nos reubicaron en el de la tarde. Pasamos de llegar a hora de comer a la casa, a llegar a hora de cenar; pero que le vamos hacer, son cosas de la aviación.

2 comentarios:

  1. Hola! Qué rabia da cuando los de las compañías aéreas hacen esas cosas, y lo peor, no nos queda otra que jodernos. Menos mal que pudísteis cambiar.! Sigo con Venecia, adoro esa ciudad :)

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  2. Lo de las compañías aéreas es una faena, pero no nos queda otra.

    A mi Venecia me encantó, sin embargo a mi chico no tanto.

    Saludos, y gracias por leerme.

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